En los últimos años, muchas organizaciones han descubierto que desarrollar el altruismo no solo eleva el bienestar de sus colaboradores, sino que propicia mejores rendimientos en términos de productividad y eficiencia operacional. Esto se debe primordialmente a que fomenta un mayor nivel de motivación de los trabajadores, a la vez que genera confianza entre accionistas e inversores.
Al procurar el bien de las personas de forma desinteresada, el altruismo flexibiliza las estructuras jerárquicas, genera una comunicación empática y en general humaniza el clima organizacional de las compañías, por lo cual los colaboradores son los principales beneficiados.
Una organización que abraza el altruismo dentro de su cultura también se alinea con los principios de conciencia social que el mundo demanda hoy al sector comercial, lo cual genera una mejor percepción de marca por parte de consumidores, aliados y otros actores del mercado.
Pero, ¿qué es realmente el altruismo?
Según el diccionario de la Real Academia Española, el altruismo es un fenómeno en el cual algunos individuos benefician a otros sin esperar nada a cambio. A su vez, se considera una forma de propiciar la felicidad, pues permite a las personas sentirse de forma positiva y lograr el equilibrio personal haciendo el bien a los demás, de acuerdo con la Asociación Española de Psicología.
El altruismo se relaciona con la conducta filantrópica orientada a construir experiencias positivas en el entorno para contribuir con la calidad de vida de las personas. Aunque hay diversos enfoques del altruismo, para este artículo nos hemos enfocado en el fomento de entornos laborales gestionados de manera genuina y solidaria para ayudar a los colaboradores a mejorar su vida profesional y personal-
De esta manera, son los propios miembros de una organización, empezando por sus líderes, quienes deben adoptar una filosofía en el que hacer el bien a sus compañeros y colegas es una prioridad.
Altruismo y bienestar: esencial para las organizaciones
Las compañías que apuestan a la consolidación a largo plazo valoran la calidad de sus recursos humanos. Y esta calidad está vinculada no solo a la preparación académica o a las habilidades de los colaboradores, sino a su compromiso con los objetivos de la organización y a su estabilidad dentro de la misma.
Así, incorporar el altruismo en la cultura organizacional, entendiéndolo como la búsqueda del bienestar de las personas, es básico para la atracción y retención de los talentos, ya que las experiencias laborales que contribuyen con el bienestar y el desarrollo profesional y personal son las nuevas bases del compromiso.
Al mismo tiempo, una compañía con enfoque altruista es también una organización con propósito, que realmente tiene valor positivo tanto para sus miembros como para la sociedad en general. Y este tipo de marcas son las que conectan con el público de forma genuina, obteniendo su cariño y confianza.
¿Cómo incorporar y potenciar el altruismo en tu compañía?
El desarrollo del altruismo organizacional para construir bienestar puede desarrollarse con estrategias orientadas a crear y mantener un clima laboral apto para que los colaboradores se sientan a gusto. Al mismo tiempo, conlleva preocupación por el desarrollo humano, el equilibrio de la vida laboral con la personal y el crecimiento profesional.
A continuación, exponemos algunas estrategias que fomentan el bienestar de los colaboradores y que se alinean con la filosofía del altruismo:
1. Programa de capacitaciones
El aprendizaje es una de las mejores maneras de motivar y hacer el bien a tus colaboradores. A través de ellas, los trabajadores no solo podrán mejorar sus conocimientos y habilidades para su desempeño directo, sino que serán conscientes del interés de la organización por acompañarlos en su crecimiento.
2. Comunicación fluida
La creación y atención de múltiples canales de comunicación, ya sean orales, escritos o virtuales, permite a los líderes de una organización conocer las necesidades de sus empleados. Esta es una información vital para detectar fallos y oportunidades y tomar las decisiones oportunas para mejorar los procesos y, a la vez, hacer sentir a los colaboradores que sus opiniones y perspectivas son tomadas en cuenta.
3. Planes de compensación
Recompensar el esfuerzo de tus colaboradores es una de las aristas más importantes en la construcción del altruismo en una organización. Por ejemplo, las compensaciones monetarias estimulan el rendimiento y promueven el bienestar objetivo de la economía personal, pero también impactan en la autoestima y fortalecen el compromiso.
4. Espacios confortables
La atención de los espacios de trabajo es fundamental para el bienestar de los colaboradores. Los beneficios de un ambiente agradable y ergonómico se verán reflejados no solo en la comodidad, sino también en la salud de los trabajadores y en el clima organizacional.
Desde muebles que contribuyan con la buena postura e iluminación suficiente hasta el acceso a un club o gimnasio pueden ser parte de una cultura organizacional que promueva la salud física y mental de sus colaboradores.
5. Flexibilidad
La flexibilidad es una de las mejores herramientas con las que puede contar un gerente de recursos humanos para generar confianza y bienestar en el talento. Escuchar a los colaboradores y saber qué necesitan para sentirse y desenvolverse mejor en sus tareas sin descuidar los resultados que se esperan de ellos es básico para una relación ganar-ganar.
Aspectos como evaluar la movilidad de los horarios, la posibilidad de implementar el trabajo híbrido o una actualización tecnológica específica pueden definir nuevos modos de alcanzar los objetivos organizacionales y simultáneamente mejorar las condiciones laborales.
¿Por qué el altruismo es imprescindible para las empresas del futuro?
Si una compañía quiere llegar al futuro, no debe obviar que se está forjando un entorno empresarial en el que las relaciones patronales han cambiado. No solo hay más leyes que regulan los derechos de los colaboradores, sino que las tecnologías disponibles y el concepto que las nuevas generaciones tienen del trabajo hacen imprescindible incursionar en «hacer el bien».
Son hechos comprobados que un clima laboral positivo genera felicidad y ganas de progresar y que las empresas que invierten en el bienestar de su entorno obtienen mayores beneficios. Si a esto le sumamos que las personas que practican el altruismo se sienten mejor consigo mismas, tenemos más posibilidades de crear vínculos talento-organización basados en la confianza y el compromiso.
Altruismo de ida y vuelta
El auge del altruismo en las organizaciones se apoya en la demostración de la relación entre el bienestar y el rendimiento laboral. Así, enfocando las acciones y decisiones organizacionales en hacer el bien a sus colaboradores tanto en sus funciones laborales como en sus vidas personales, se puede generar una relación ganar-ganar.
De las estrategias comentadas, podemos concluir que:
- La capacitación del personal contribuye al bienestar porque desarrolla sus habilidades para asumir funciones y da un mensaje de confianza a los participantes.
- Una comunicación integradora mejora el clima laboral, hace sentir a las personas que son escuchadas y es una valiosa fuente de información para la toma de decisiones organizacionales.
- Las compensaciones son importantes para promover y mantener el compromiso de los colaboradores.
- Los espacios confortables contribuyen a la salud física, mental y emocional del talento. Por ende, apoyan su desempeño laboral.
- Aportar flexibilidad horaria y geográfica puede dar calidad de vida y satisfacción a tus colaboradores sin perder de vista los objetivos organizacionales.
Ya que te has puesto al día con las bases del altruismo y has comprendido que enfocarlo en el bienestar de tus colaboradores repercutirá positivamente en los resultados de tu compañía, te invitamos a conocer el efecto Betterfly y a seguir apostando por el futuro.
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