El panorama productivo y de servicios va adaptándose a las exigencias de los públicos internos y externos. En el contexto actual, le ha llegado la hora cumbre al valor social, un plus con el que la cultura organizacional puede aportar al desarrollo sostenible.
Los entornos complejos y caóticos no dejan ni dejarán de impactar a las sociedades en el mundo entero. Como ejemplos recientes de gran visibilidad mediática tenemos a la pandemia del COVID-19, la guerra en Ucrania y la inflación en gran parte de las economías. Ante estas realidades, las organizaciones pueden asumir un rol activo y concientizar, educar y promover iniciativas solidarias.
Específicamente, el enfoque en el valor social puede asumirse en las estrategias comerciales y en todas las comunicaciones que giran en torno a ellas. Acompáñanos en las siguientes líneas para entender cómo aportar valor social y consolidar el enfoque humano y responsable de tu organización.
¿Qué son los valores sociales?
En el ámbito de las organizaciones, los valores sociales pueden definirse, grosso modo, como la contribución que las compañías hacen a la sociedad.
Según se expone en el artículo Valores sociales: ¿por qué son más importantes que nunca antes?, publicado en 2020 en Business Growth Hub, otra manera de enfocar el valor social de una organización es calcular cuánto se aporta a la sociedad por cada moneda ganada por la compañía.
Ambas definiciones son bastante amplias, lo cual es muy positivo, pues da cabida a que cada organización manifieste y ponga en práctica aquellos valores sociales más compatibles con su rubro, sus preocupaciones, sus necesidades o las demandas de su entorno.
Ejemplos de valores sociales y cómo ponerlos en práctica
De acuerdo con Social Value Portal, una plataforma que promueve la puesta en práctica de los valores sociales, estas son las principales formas de incorporarlos en las acciones y la cultura corporativa:
Promover las competencias y el empleo local como parte del compromiso con el valor social
Entrevistar primero a los perfiles de la zona para cubrir una vacante, por ejemplo, es una manera muy sencilla de aportar empleo a la región donde está situada tu compañía.
Contribuir con el crecimiento de los negocios cercanos
Muy relacionado con el punto anterior, tiene que ver con que tu organización sea consciente y actúe privilegiando el consumo de productos locales y regionales. Como ejemplo de esto podemos citar los restaurantes que adaptan sus menús a los productos de temporada y kilómetro 0, así como fábricas de muebles que tapizan con tejidos regionales.
Contribuir con el mejoramiento y la conservación del medioambiente, reforzando el valor social de la organización
Implementar tecnologías limpias para la producción o reducir al mínimo el uso de embalajes, son acciones que promueven el cuidado del ambiente. Este valor, sin embargo, puede hacerse muy visible al público de diversas formas: recuperando con vegetación un área devastada y convertirla en jardín de uso comunitario o aportando contenedores de reciclaje en espacios públicos, por ejemplo.
Promover el bienestar social, un pilar clave del valor social empresarial
Ocuparse de que alguna comunidad vulnerable tenga un lugar para el deporte y la sana recreación puede salvar a los jóvenes del ocio improductivo. Bajo este enfoque, una cancha adecuada e iluminada se transforma en un espacio que fomenta una sociedad más segura y comunidades con resiliencia.
Apoyar la innovación como una forma de potenciar el valor social en la comunidad
Las soluciones nuevas a problemas de siempre son aliadas del bienestar social. En este sentido, una organización puede apoyar iniciativas de terceros en áreas de innovación, investigación y desarrollo en sectores diversos que prometan aportar a la sociedad.
Este apoyo puede enfocarse desde el patrocinio económico hasta la cooperación directa a través de la participación del talento de nuestra organización, tal como expone el Reporte Global de EY.
Alineación de los valores sociales y las estrategias comerciales
Del punto anterior se desprende que la selección del valor social a trabajar en una compañía puede relacionarse directamente con su actividad económica. Aspectos que pueden parecer obvios no siempre se llevan a la práctica, de modo que las organizaciones de todos los giros y tamaños pueden perder oportunidades de contribuir con su entorno directo.
Por esa razón, es importante hacer un diagnóstico que permita identificar las posibles vías de acción para alinear los valores sociales con las estrategias comerciales, maximizando el impacto en el valor social. En el proceso de selección de personal, ¿estás entrevistando primero a los talentos de tu zona? Al necesitar nuevos proveedores, ¿priorizas la oferta local? Recuerda que si la economía a tu alrededor es sana, habrá mayor calidad de vida y prosperidad en el entorno de tu organización.
Como bola de nieve
Si una pequeña tienda mantiene su acera barrida y sugiere un espacio limpio y amable, hará efecto dominó (¡o efecto mariposa!) en su calle. Del mismo modo, una organización que invierta no solo en proclamar valores sociales, sino en manifestarlos con acciones, influirá en la mejora de la sociedad, en la percepción de sus públicos y, en definitiva, obtendrá ganancias objetivas y subjetivas de estas acciones.
Y si con su ejemplo construye tendencia, ¡estará ampliando el alcance de su objetivo de contribuir con un mundo mejor! El hecho es que la economía, a pesar de que está inmersa en la globalización, depende mucho de las comunidades que son, en definitiva, los conglomerados de personas que apoyan la producción y el consumo de bienes y servicios que producen las compañías.
Ya sea que los mercados estén cerca o lejos, si las organizaciones fortalecen la sociedad aportando valor, estarán contribuyendo también con una economía global más saludable e inclusiva.
Te invitamos a reflexionar
Como vimos, el contexto actual invita a las compañías a transformar sus estrategias en favor del valor social, integrando los valores sociales de manera efectiva. Con esto en mente, recuerda que:
- Los valores sociales pueden estar vinculados a diversas áreas, como la conservación medioambiental, el compromiso con la educación o el impulso del deporte escolar.
- Su puesta en práctica mejora la percepción de tu organización ante el público interno (colaboradores y socios) y externo (clientes y proveedores).
- El impacto positivo de su implementación tiene el potencial de motorizar iniciativas similares en otras organizaciones y actores sociales del entorno.
- Así, es posible crear un efecto de bola de nieve, por el que las compañías logren impactar de forma positiva en la sociedad local, regional, nacional y global.
Para seguir descubriendo cómo tus pequeñas acciones suman al objetivo de una sociedad mejor, ¡visítanos y conoce el efecto Betterfly para que sigas cambiando el mundo!
